7.3.25

El Bosco y El carro de heno. Detalles


Jheronimus van Aken, el Bosco, con su tríptico "El carro de heno" nos enseña una sociedad que intenta utilizar el placer como la única manera de vivir, y lo utiliza en todos sus tamaños y estados, incluidos el de matar, explicando con imágenes que el placer no conduce más que al caos, a la destrucción. La obra está en el Museo del Prado de Madrid.

Esta obra nos quiere enseñar el camino al Infierno, si abusamos de los placeres de todo tipo. Si nos somos capaces de controlarnos, nunca seremos capaces de controlar a los demás. Es un tríptico dedicado al Pecado en todas sus vertientes, desde la expulsión de Adán y Eva del Paraíso.

Hay un versículo de Isaías 40, 6, que dice: Toda carne es heno y toda gloria es como las flores del campo. Todo es efímero y perecedero de las cosas terrenales, todo se acaba menos la vida eterna, el heno se seca muy pronto, las flores se marchitan enseguida.

Como es lógico todo el conjunto es un predicamento religioso, y aquí hablamos de Arte. Y esta maravillosa obra es un catálogo de personas, vestidos, oficios, acciones de una sociedad que nos muestra su funcionamiento si alejamos el punto de vista religioso o de vicio que se puede observar.

Pintada a principios del siglo XVI, sobre 1512, es maravillosa de contemplar pues parece una película de época, una historia que se lee perfectamente, desde la izquierda con el Paraíso a la derecha con el Infierno, pasando por la tabla central en donde vemos la sociedad de aquel siglo.



Pero a la vez muestra claramente una lucha de clases, pues si vemos detenidamente a los personajes, incluidos un Papa, veremos las diferentes acciones de los Poderos y de la clase baja en poder o economía. Como también los placeres son diferentes, como sus comportamientos son distintos.