20.2.25

René Magritte y su deseo de que se empezara a pensar en las violencias que venían a Europa


De alguna manera el Arte siempre detecta movimientos sociales antes de que estos se produzcan, puede parecer lógico si atendemos a que los artistas son personas muy formadas en la mayoría de los casos, y están muy atentos a lo que sucede a su alrededor.

En los años 30 tendríamos el ejemplo más lógico y real de aquellos presentimientos de guerra y violencias. En enero de 1938 la Galería Beaux-Arts presenta una retrospectiva del Arte Surrealista en París con los más reconocidos artistas de aquellos años anteriores.

Son 314 obras de 63 artistas distintos, todos surrealistas, de 16 países y con 170 documentos sobre las mesas de exposición explicando qué era el movimiento Surrealista y por qué surgía.

Toda aquella exposición era una puesta en escena teatral, con puertas giratorias que obligaban a moverse con linternas si los espectadores querían leer los documentos, y con 1.200 sacos de carbón por los techos que acompañaban a maniquíes y a gritos desesperados que se ponían en el ambiente de las salas.

Era una demostración de los peligros del momento. Un grito de los artistas del momentos, que advertían de lo que ellos estaban intuyendo. España ya estaba en guerra, había entrada claramente una fuerza nueva, un Eje de fascistas alemanes, italianos y españoles dentro de una Europa que parecía querer mirar a la nada.

De aquella exposición es esta obra que os dejo arriba de René Magritte. Estaba hecha unos años antes, en 1927 y la tituló "La sombra terrestre" o "L'ombre terrestre". Simplemente buscaba Magritte que las personas de aquellos años se hicieran más sensibles a la realidad que ya se anunciaba, y que empezaran a pensar que se tenía que cambiar si se quería evitar los desastres.