Esta obra del pintor belga Philippe de Champaigne titulada: La presentación en el templo, de 257 centímetros de altura y pintada en el año 1648, nos muestra como un anciano llamado Simeón recoge al niño Jesús de las manos de sus padres, llevando un trapo bendecido entre sus manos para no tocar al Niño Jesús, según la tradición y la Ley de Moises para presentar a los niños al Templo.
En aquella ceremonia, el que hacia de sacerdote pronunciaba las palabras del rito elevando al niño.
"Ahora, Señor, puedes ya dejar ir a tu siervo en paz, según tu palabra; porque han visto mis ojos tu salud, la que has preparado ante la faz de todos los pueblos; luz para iluminación de las gentes, y gloria de tu pueblo, Israel".Y los padres tenían que llevar dos pichones (los lleva San José en una cesta) que tenían que ser sacrificados en el final de la ceremonia.