El Arte tiene tantas aristas y posibilidades, que podríamos decir sin casi dudar, que todo lo que se hace con calidad, buscando gratificar al espectador, es ARTE. Ayer la canción de Amaia en La Revuelta: Si abro los ojos no es real, es un ejemplo de eso mismo.
En una sola secuencia de casi cuatro minutos, la cantante Amaia sale desde su sofá en donde estaba siendo entrevistada, cantando junto a toda una orquesta y unas decenas de personas de coro que van apareciendo poco a poco, saliendo hasta la calle, en un ejemplo de trabajo realizado solo para agradar a los que en ese momento estábamos viendo el programa.
ARTE efímero. O casi.
Se podría haber realizado de forma mucho más sencilla, pero se optó por la calidad, por la originalidad y lo diferente.
Y eso es ARTE.
Nada más que eso, es lo que separa la normalidad de lo realmente artístico, hecho para perdurar en la mirada y recuerdo y para provocar la diferencia.