29.9.24

La Duquesa de Alga retratada por Goya


Esta obra de Francisco de Goya de 1797 se encuentra en la Hispanic Society of América, y en ella vemos a la Duquesa de Alba en uno de sys retratos más interesantes y acabados, mostrando a la XIII duquesa de Alba, María del Pilar Teresa Cayetana de Silva Álvarez de Toledo y Silva Bazán.

Además de ser un brillante alarde de pintura, también atrae por el misterio que se cierne sobre su creación y su significado. La duquesa de Alba era una de las figuras más llamativas en la corte española de los últimos años del siglo XVIII. 

Cuando Goya pasó unos meses invitado en su finca de Sanlúcar de Barrameda, de 1796 a 1797, María del Pilar Teresa Cayetana tenía treinta y cinco años (Goya tenía 30 a 31 años), acababa de enviudar y estaba en la flor de su belleza.

El retrato tuvo una gran significación personal para el artista por la relación que tuvo con ella de la que desconocemos su profundidad.

Lo cierto es que Goya conservó esta obra en su taller muchos años, después de muerta Cayetana. Hoy puede entender fácilmente ese apego desde dos puntos de vista diferentes: es un ejemplo sobresaliente de la magnitud del arte de Goya, y quizá el mejor de todos sus retratos, y posiblemente su relación personal le hizo adorar la persona que en ella estaba retratada.

En la arena del suelo junto al río sobre el que posa la Duquesa de Alba está escrito «Solo Goya», y en los anillos de la duquesa se leen las inscripciones «Alba» y «Goya» pero no se sabe la fecha exacta de estas inscripciones, pues se podrían haber añadido después.