11.7.24

Plano o Capas pictóricas en una obra de Arte


En un cuadro, sobre todo en los clásicos pero también en muchos de los actuales, se trabaja por planos pictóricos, es decir como si cada obra tuviera varias capas en donde se van colocando los personajes, los objetos, los espacios de la pintura.

Estas capas no tienen nada que ver con pintar por capas de color o de tono, o de brillos y sombras. Hablo de capas pictóricas, de escenas que se van superponiendo, como conjuntos de elementos que se colocan en distintos planos.

De esta manera se logra una profundidad que se añade a la visual por la propia composición de los elementos. Imaginemos que trabajamos por CAPAS como en cualquier programa informático de edición de imágenes. Cada capa además la podemos poner en modo normal u opaco, en modo superponer o solo para dar color o luz o sombras. 

El orden de esas capas en un cuadro logran que se vea en un cierto relieve, pues cada capa de objetos tiene su tamaño según la perspectiva, aunque en todas ellas hay que mantener el mismo tipo de luz, la misma dirección de luz y sombra. 

Vamos viendo como en una ventana con diversos grados de profundidad de campo. Y el artista al pintar su obra puede jugar con esas capas o planos, pues puede acentuar los cambios de tamaño, de enfoque o desenfoque, para que parezcan más cercanos o lejanos unos objetos de otros, unas escenas de otras.

Un primer plano tiene que contener todos los detalles y todo el contraste. Un segundo plano debe tener ya menos color, menos contraste, pero puede mantener el detalle. Y un tercer plano que sirve de fondo debe estar ya ligeramente desenfocado (aunque no siempre es así, depende del artista), ser nebuloso o bastante plano y disponer de un color más envolvente, como con algo de niebla y que es el que da el ambiente general.

Arriba vemos una obra de Goya a la que le he quitado algo de fondo por arriba, un Fernando VII, y abajo un detalle del fondo del campamentos del centro de la imagen a la izquierda según vemos nosotros el cuadro. Como vemos son manchas sin detalles. El desenfoque no es tanto de la fotografía como del propio sistema de Goya de no darle ningún detalle a la escena.