17.7.24

Los diferentes tipos de luz en una obra de Arte


Comentaba en otra entrada los diferentes tipos de Luz que pueden tener una obra de Arte, pero me refería sobre todo a su dirección. Ahora quiero señalar un poco el tema de su calidad y de los diferentes tipos de luz que pueden intentarse ante una obra de Arte, sea pictórica o fotográfica.

La luz es un elemento fundamental en el arte, capaz de transformar por completo la percepción de una obra. Su calidad y tipología influyen en la atmósfera, el volumen, la textura y el color, guiando la mirada del espectador y transmitiendo emociones e ideas.

Puede ser una Luz Fuerte, potente, directa, intensa, que sepa ofrecernos altos contrastes, que nos deje blancos puros y a su vez unos negros sin detalles en sombras. Serían un poco como los clásicos claroscuros muchas veces con iluminación lateral.

Características: Potente, directa, intensa.
Efectos: Crea altos contrastes, blancos puros y negros sin detalles en sombras.
Ejemplos: Claroscuros clásicos, iluminación lateral.

Puede ser una Luz Puntual que solo entre en una zona, en unos detalles y nos deje el resto en sombra, para remarcar un objeto o una zona concreta. En estos casos las zonas con la Luz Puntual deben tener mucho detalle, la luz no debe quemar del todo lo que se ilumina. 

Características: Ilumina solo una zona o detalles específicos, dejando el resto en sombra.
Efectos: Resalta un objeto o zona concreta.
Recomendaciones: Las zonas iluminadas deben tener mucho detalle, evitando que la luz "queme" la imagen.

Tenemos también la opción de trabajar con Luces Difuminadas, borrosas, suaves, grises, apagadas, difusas, como de niebla, que desenfocan algo el conjunto pero a cambio nos ofrecen unos ambientes determinados. No hay tampoco sombras duras, sino que todo resulta plano, aunque el color puede ser más que suficiente para jugar con los contrastes.

Características: Borrosa, suave, gris, apagada, difusa, como de niebla.
Efectos: Desenfoca ligeramente el conjunto, creando ambientes determinados.
Ventajas: No hay sombras duras, todo resulta plano.
Recursos: El color adquiere mayor relevancia para generar contraste.

Podemos trabajar con Luces Coloreadas, que nos "pinten" la obra de unos tonos básicos y para todo el conjunto, desde los blancos a los más oscuros, llenando de matices de su gama de colores casi toda la obra. Se puede empezar pintando una base de colores fríos o cálidos y a partir de ella ir coloreando fondos y zonas grandes en esos tonos, hasta acabar en los detalles en los que ya, aquí, se puede uno escapar algo de esas tonalidades, para que no todo lo contaminen de la luz coloreada.

Características: "Pinta" la obra con tonos básicos para todo el conjunto.
Efectos: Llena la obra de matices de la gama de colores elegida.
Procedimiento: Se puede iniciar con una base de colores fríos o cálidos, coloreando fondos y zonas grandes, y luego trabajar en los detalles con mayor libertad.

Se puede trabajar con una Luz Plana o incluso muy plana, como si la luz no tuviera ninguna importancia, no existiera, o no molestara, o no formara parte de la obra. En estas obras lo de menos es reflejar la realidad sino mostrar "su" realidad. Sea abstracta o de temas espirituales sobre todo en culturas orientales.

Características: Como si la luz no tuviera importancia, no existiera o no formara parte de la obra.
Objetivos: No refleja la realidad, sino que muestra una "realidad" propia.
Ejemplos: Obras abstractas o de temas espirituales, especialmente en culturas orientales.

Y tenemos también la opción de jugar mucho con las Luces de Brillos, para en obras con una luz difusa o plana, remarcar algunos brillos para que la vista se nos vaya hacia esa zona. Los brillos como luces más contundentes no siempre tienen que ser bancos puros. Pueden ser color marfil, incluso cremas o amarillos verdosos muy suaves.

Características: Destellos que resaltan puntos específicos en obras con luz difusa o plana.
Efectos: Atraen la mirada del espectador hacia una zona concreta.
Variantes: Los brillos no siempre tienen que ser blancos puros, pueden ser marfil, cremas o amarillos verdosos suaves.

La elección de la luz adecuada depende del estilo de la obra, el mensaje que se quiere transmitir y el efecto que se busca generar en el espectador. Experimentar con diferentes tipos de iluminación puede abrir nuevas perspectivas y enriquecer la experiencia artística. La luz no es solo un elemento técnico, sino también un lenguaje expresivo que nos permite "pintar" con la luz y crear obras únicas y cautivadoras.

La imagen que dejo arriba es de Ramón Bayeu del año 1771 y titulada San Juan Evangelista es un ejemplo de Luces Coloreadas, algo Difuminadas y de Luz Puntual.