El punto de vista del artista a la hora de pintar una obra, sea un paisaje y sobre todo un retrato, influye y mucho en lo que vemos, en el punto de vista inamovible de la figura. Si el artista a la hora de pintar un retrato está ligeramente por encima de las personas retratadas lo que observaremos casi siempre es que esa persona estará por debajo de nuestro punto de vista.
Y al revés, si la persona que retrata el pintor está ligeramente más alta que este, siempre la veremos por encima de nosotros. Eso supone un punto de vista psicológico en todos los puntos de vista. Superioridad, inferioridad, poder, sumisión, etc.
Si el artista ha colocado al personaje en alto, sobre un taburete o sobre un caballo, lo veremos que está or encima de nosotros. Siempre. Lo observaremos como alguien poderoso que está por encima de nosotros.
Esto sirve perfectamente igual si el personajes está sentado. El artista puede elegir su propio pinto de vista y es ese el que nos transmite. Puede ponerse por debajo del retratado, aunque está sentado.
De esta manera además, si reforzamos estos puntos de vista d una forma más contundentes, lograremos que el paisaje o la composición nos parezca de una forma o de otra al utilizar una perspectiva u otra.
Algo normal lo podemos observar surrealista simplemente porque el artista ha jugado con el punto de vista nada habitual. Incluso puede distorsionar la perspectiva para que nos produzca una sensación determinada, rara, extraña.
¿Con qué perspectiva soñamos? ¿Desde qué punto de vista soñamos? ¿Lo hacemos siempre igual? Si somos altos o muy altos ¿nos ven con la misma perspectiva psicológica los que nos rodean?
¿Si somos bajitos de estatura y todos los demás nos ven desde arriba, no estaremos dando una sensación de fragilidad que compensamos con un carácter más potente, más fuerte? Pues curiosamente eso mismo se puede transmitir en una obra de Arte, sobre todo si son retratos individuales o colectivos, y en paisajes si lo remarcamos más.
En esta obra tan conocida de Diego Velázquez, "Las Meninas" el artista jugó con una posición en alto, incluso remarcada por la amplitud de los techos, de la zona del cuadro que en apariencia "sobra" por arriba. Incluso el pintor a la hora de mirar la escena y retratarla, está por encima del punto de vista del propio Velázquez que se encuentra en la obra como un personaje más. Esa perspectiva logra que en Las meninas podamos ver bien a los 12 personajes incluyendo al perro. Desde una posición recta o baja, tomarían protagonismo las niñas, pero no se verán casi los personajes adultos.