La obra gráfica no es solo una manera de abaratar el Arte o de hacerlo más accesible para más personas al multiplicar la obra con el número de ejemplares. Es también una forma particular de crear. Toda la obra gráfica de Francisco de Goya y sus grabados es un buen ejemplo, pero en Europa hay muchos más de gran calidad.
Luego y en el siglo XX vino la mercantilización del Arte y el abuso de la Obra Gráfica por parte de artistas muy conocidos, que a veces aunque sus obras venían firmadas, eran creadas por excesivas manos simplemente para obtener beneficios, y no siempre para los autores.
Es el caso más conocidos de autores como Picasso, Dalí o Miró, que tuvieron un crecimiento muy importante en su obra gráfica que en algunos casos ha servido posteriormente para ser falsificada con mayor facilidad.
Esta obra que vemos arriba es un Don Quijote de Salvador Dalí del año 1981 de 75 centímetros de anchura.