Las pequeñas obras que inundan nuestras calles, los muros ya más o menos vestidos de otros grafitis, a veces, además de sorprenden nos hacen dudar. El que crea una obra, sea en un lienzo o en una pared, tiene una idea clara de lo que quiere transmitir, pero no siempre es sencillo entenderla.
Este ejemplo de una calle de Madrid podría ser uno de esos casos en los que las dudas son amplias.
No es un trabajo sencillo pues está realizado con papel pegado, recortado y puesto sobre la pared. Lleva un tiempo hacerlo. Es original, me gustan los chorretones casi siempre, y esa casi sonrisa del personaje también me pareció original. No sé bien el modo del coloreado, pues lo sencillo sería pensar que se hizo con posterioridad al impreso negro, pero sería necesario utilizar máscaras y tengo mis dudas. Tampoco dispuse de mucho tiempo para analizarlo bien.