A veces una ventana es mucho más que una ventana. Deja de ser una simple ventana para mostrar detalles de asombro, de duda, de curiosidad.
Es bella, esta ventana es bonita. pero además tiene unos detalles que vemos a través del cristal, que aunque lo lógico sería pensar que a nosotros qué nos importan, son curiosetes. ¿Qué son realmente? ¿Qué habrá dentro de la sala?
Los grises y el verde pastel de las ventanas encajan perfectamente en un urbanismo de New York en donde los colores tienen también su protagonismo. Parecen una pintura de Mark Rothko, salvando las distancias.