Lo básico es siempre lo más sencillo de comprender. En los colores también puede pasar así. No siempre. A veces lo básico resta y otras veces suma.
Los colores básicos son tres. El Cían, el Amarillo y el Magenta. Pero sin el Blanco y el Negro no serían nada de nada. O casi nada.
Se ha dado muchas vueltas a la importancia del negro como color principal, sobre todo en distintos modelos de impresión que buscaban consumir menos tintas caras, más rapidez en el secado y por ello más rapidez de impresión.
Y casi lo consiguieron. Casi abrieron unos caminos para poder trabajar casi sin Cían, amarillo o Magenta. Y sin que el resultado final quedara menos vistoso, con menos color. Y no era inteligencia artificial sino humana. Matemáticas de adicción y substracción.