7.12.23

La técnica veneciana en las obras de Arte del siglo XVI y XVII


De esta obra habla El País con un texto realmente muy interesante sobre las formas que se utilizaban para pitar obras muy grandes de tamaño y en un tiempo más rápido, ante el aumento de pedidos que tenían los talleres de pintura en el siglo XVI y XVII. Es lo que se conoce como "Técnica Veneciana".

Esta obra se titula "Mercurio y Argos" de Pedro Pablo Rubens hecha entre 1636 y 1638 con estas técnicas que entonces eran totalmente novedosas. Es un cuadro de unos tres metros de anchura, de los que muchas veces recibían como encargo de las Casas Reales que hicieran un centenar en pocos meses, algo que era totalmente imposible.

En esta obra se representa el momento en el que el dios Mercurio levanta con su brazo derecho una espada, que dirige hacia el cuello de Argos, el pastor de cien ojos encargado de vigilar la vaca en que había sido convertida la ninfa Io por Juno, para alejarla del acoso de Júpiter, su marido. Era una obra para decorar una pared de la Torre de la Parada que era un pabellón de caza de Felipe IV.

Tal y como dice El País, escrito por Vicente G. Olaya las grandes fortunas o poderes de aquellos siglos encargaban obras de gran tamaño y se relata como en el año 1638 el Rey Felipe IV hace un encargo a Rubens de 120 obras de gran tamaño para diversos palacios, y aunque tuvieran taller con decenas de operarios, era imposible con las técnicas que utilizaban realizar esos pedidos. 

Hablamos que con los sistemas de pintura que había (un artista por obra y solo hacía eso), un cuadro de esas dimensiones podía tardarse hasta seis años en terminarlo.

La llamada “técnica veneciana” era un nuevo método de trabajo casi en cadena, dicen que inventada por Tiziano,  que reducía espectacularmente el tiempo de elaboración de una pieza y en menos de un año podía estar terminado un cuadro para el que se hubiera necesitado cinco años hacerlo con las técnicas anteriores. 

No solo la obra pasaba por diversas manos para hacer los fondos, las telas y ropas y finalmente los detalles, las luces y sombras, sino que ademas se daba más importancia a las manchas de color y su sensación lumínica por delante de las formas y detalles, que eran las técnicas que utilizaban los artistas antes del desarrollo de este método.

Los flamencos, por ejemplo, pintaban milímetro a milímetro, pero con el nuevo sistema de “técnica veneciana” se empezó a hacer por capas de color, comenzando por un fondo oscuro que resaltaba las tonalidades de los siguientes estratos superpuestos.

Se trabajaban mucho mejor las texturas, pero a su vez las transparencias con nuevos modelos de colores y pinturas que permitían trabajar por capas de forma mucho más efectiva.

Tras preparar el bastidor con diversas técnicas de tratamiento a las telas o las maderas, se dibujará muy levemente sobre la base los personajes y se comenzaba haciendo imprimaciones o manchas de color, además de un bosquejo de los volúmenes. 

Se iban dando diferentes capas de color bastante transparentes y los últimos realces en determinadas partes de la pintura. Finalmente se terminaba añadiendo los detalles en donde ya solo participaban los maestros de cada taller. El proceso acababa con el barnizado de la obra tras su secada profundo.