El artista italiano Cenni di Pepo conocido como Cimabue pinto esta obra en el año 1280 titulada "El Cristo burlado" sobre tabla de madera de álamo y con detalles de oro para remarcar algunas zonas, un cuadro menor a un A4 en su tamaño y que alcanzó en su subasta un alto precio sobre todo por su antigüedad y su autor del que solo se conservan 15 obras.
Se encuentra en el Museo de Louvre y el Ministerio de Cultura francés lo calificó como un "hito crucial en la historia del arte, que marca la fascinante transición del icono a la pintura".
Este cuadro formó previsiblemente parte de un díptico que contenía ocho escenas de la vida de Cristo y el propio Museo de Louvre posee otra más, titulada "La Virgen y el Niño con dos ángeles" mientras que la colección Frick de NY tiene otra titulada "La Flagelación de Cristo".
Este cuadro se descubrió por casualidad en la cocina de una mujer muy mayor en Francia, que lo tenía colgado pensando que era un icono griego sin mucho valor. La señora se tuvo que cambiar de casa y la empresa que se hizo cargo del vaciado de la casa puso en manos de una experta la valoración de la pintura.
Y fue entonces cuando se descubrió que sin duda se trataba de una obra maestra de un primitivo renacentista. Se atribuyó posteriormente a Cimabue, el iniciador del Trecento, de quien se conocen obras tan importantes como el Crucifijo de Arezzo o la Majestad que se exhibe hoy en el Museo del Louvre de París.