13.11.23

Reflexiones sobre el Presente y Futuro del Arte dentro de la incertidumbre



Admitimos que estamos en un periodo complejo del Arte en el mundo. No sabemos si estamos dentro de un final de ciclo, de una muerte del Arte, de un parón en espera de nuevos proyectos y cambios, o realmente estamos dentro de lo que podríamos llamar "La muerte del Arte".

La sensación de haber tocado fondo nos embarga, la percepción de no ser capaces de crear nuevos proyectos que abran vías inexploradas. Todo parece agotado, y nos limitamos a repetir lo ya realizado.

Sin embargo, nos rebelamos ante esta idea, conscientes de que estos periodos han sido parte integral de la Historia del Arte y actúan como preámbulos a nuevos procesos creativos que actualmente no somos capaces de vislumbrar.

Experimentamos una sensación de asfixia e inutilidad, pero al mismo tiempo intuimos que algo nuevo surgirá de manos de creadores emergentes, iluminando nuevos procesos artísticos. Nos falta energía para imaginar el futuro del Arte, y nos quedamos pensando si acaso ya ha muerto sin que lo sepamos.

Sin embargo, sabemos que esto es imposible. El Arte ha existido durante milenios. Siempre hemos necesitado del Arte para la convivencia, para sobrevivir y crecer. El Arte articula las sociedades y es una parte esencial de las culturas de cada periodo, cada pueblo e historia.

Abordamos más el tema del Arte desde la perspectiva del "mercado" que desde el punto de vista crítico hacia nuevas tendencias. Incluso el llamado performance actual puede asimilarse a las obras de teatro griego y romano realizadas en sus teatros o coliseos. Representaciones donde las personas contaban historias a través de movimientos, máscaras y música.

Los Museos parecen estar casi muertos, asemejándose cada vez más a cementerios de obras antiguas. En esto coincidimos: los museos necesitan ser revitalizados, transformados en espacios vivos, activos, plurales y nada estáticos.

Y si el Arte no está muerto…, ¿qué viene ahora?

¿Qué podemos hacer para asumir que sigue vivo? Tal vez la respuesta sea simple: seguir creando, explorando y actuar como si no nos diéramos cuenta de que posiblemente el Arte ya está muerto.