Que haya tontos dispuestos a destrozar obras de Arte nos indica que efectivamente, la educación está siendo insuficiente. No tiene sentido que para quejarse de un problema como el calentamiento global se ataque una obra icónica del Arte Universal en el año 2023. Pero tontos hay en muchos lugares y es imposible frenarlos a todos.
La Venus del Espejo de Diego Velázquez se pinto entre los años de 1647 y 1651 óleo sobre lienzo con un tamaño de 177 centímetros de anchura. Es posiblemente una de las últimas obras de Velázquez un poco anterior a Las Meninas.
Casi desde sus inicios fue una obra que perteneció a la Casa de Alba, al menos de forma indirecta. Posiblemente pasó por las manos de Godoy hasta que en los años de la Guerra de Independencia, junto a otras numerosas obras, fue movida desde España hacia marchantes ingleses, terminando en la National Gallery de Londres.
Es un cuadro que ya en sus tiempos jugaba con el libertinaje de aquellos años, con el desnudo de una mujer acompañada de Cupido que porta un lazo rosa que puede sugerir bien el uso de unos grilletes o bien de un lazo para atar a uno de los amantes.
Una obra que tuvo varios retoques del propio artista, que ha conservado mal algunos colores malvas de la sábana, y posiblemente en un principio sería en cuanto a color más similar a la imagen de abajo que a la de arriba.
