La cartelería en tiempos de conflictos, de periodos convulsos, de guerras y de preparativos de violencias, siempre fueron en el siglo XX un elemento que mezclaba el Arte y la ideología, los mensajes sin casi hablar.
Eran propaganda y necesitaban sobre todo en sus primeras décadas de ese siglo XX llegar a la sociedad con pocos mensajes pues había ua gran falta de formación, incluso un número alto de analfabetismo.
Este cartel del POUM lanza dos mensajes, uno con letras y otros con las imágenes. Por una parte dice que el Socialismo es Libertad, es al menos la liberación de lo que hay en esos momentos.
Y con las imágenes nos muestra la opresión, la falta de espacio, de libertad, de felicidad. Las caras son agrias, duras, violentas, doloridas. Nos muestra que la única salida de esa situación es hacer caso al eslogan, a la frase.
Nos muestra cómo estamos. Y el camino para salir si hacemos caso al eslogan.
Pero juega con unas caras violentas y en negativo social, que trabajan la violencia para salir de la violencia. No es un cartel amable, aunque sea artístico pues habla.