Como es lógico y necesario incluso para seguir disfrutando de los caminos de la vida, no siempre conocemos la dirección hacia la que nos dirigimos. Aunque todo parezca predestinado en una dirección marcada, el factor tiempo siempre interviene, moviéndonos y desviándonos de los caminos fáciles.
El Arte es mirada, constituye una exploración constante hacia lo nuevo en búsqueda de lo desconocido en cada momento.
El Arte sirve para PREGUNTARNOS y en la mayoría de las ocasiones, para dejar la pregunta en el aire y así que cada espectador se responda según lo que necesita en ese momento.
El Arte tiene la responsabilidad de sorprendernos, incluso cuando se trata de algo que podría considerarse "basura".
Lo peor que podría sucederle al Arte es volverse intrascendente, fatuo y falso, creado únicamente para satisfacer mercados o seguir modas. Hay que trabajarlo desde las ópticas del propio Arte para que surjan y perduren las obras distintas, lo minuciosamente elaborado, aquello que explora para abrir nuevas formas de ver y entender.
Joan Miró exploró culturas milenarias para encontrar sus formas y personajes que luego él revivió con colores básicos, sacándolos de las cuevas para darles vida y movimiento actual.
A veces es necesario mirar hacia atrás para vislumbrar un nuevo futuro, recogiendo elementos del pasado para conferirles una nueva vida y significado. A veces hay que revolver entre la basura para encontrarnos nosotros mismos, pues la basura es “nuestra” basura y nos inicia desde dónde venimos y hacia dónde queremos ir.