Dos árboles pueden ser algo más que dos árboles. E incluso algo menos. Depende.
A veces los árboles se distorsionan ellos solos, pero otras veces dependen del aire, las aguas, las miradas de los que observamos.
Los colores se mantienen, las formas se pueden distorsionar, pero un árbol es siempre un árbol.
Aunque estén al revés.