No es fácil diseñar el horror. No es sencillo catalogarlo, pues hay excesivas cosas que nos pueden producir miedo, horror. Y casi todas ellas las tenemos dentro sin ningún motivo específico.
Lo que a unos nos produce miedo a otras personas no. Depende de múltiples factores. Incluso podríamos decir que el miedo más terrible está dentro de la normalidad y no a través de seres extraños y horrorosos.
No hay ninguna necesidad de crearnos miedos reales. Este bicho está muerto. Disecado. Dentro de una vitrina. En un palacio madrileño, es decir lejos de tu casa.
Es muy feo, pero lleva décadas muerto. No es posible que nos meta miedo, excepto que se lo entreguemos nosotros.