Mirando hacia arriba y al observar este techo… noté que solo le faltaba una cosa.
Que saliera Dios por la ventana del centro y se asomara para vernos mejor de qué somos capaces de estropear simplemente por torpeza.
Creo que no quiere salir a mirar, para no acojonarse.
Algo le debió fallar en el diseño. Y Él lo sabe.