Este es un grafismo de Joan Miró, una sección de una de sus obras hecha sobre arpillera. Podría ser un diseño válido para cualquier logotipo, a Miró se le ha utilizado para eso varias veces, por ejemplo en el logotipo de La Caixa.
A su vez parece un dibujo infantil, de un niño. No hay duda ni excusa para no decirlo, sentirlo. Y a su vez para poner en duda el valor de muchas de las obras que en la actualidad están en unos precios de mercado complicados de entender.
El Arte no guarda relación de precio entre el esfuerzo y su precio de venta. Depende de muchos otros factores. No todos reales. En estas décadas no estamos en posición válida ni para opinar con causa, ni para juzgar sin el riesgo de equivocarnos. Pero sí, sé qué pensamos la mayoría.
De momento nos quedamos con las dudas, con las realidades de entender que el Arte debería tener menos que ver con los a veces escandalosos precios de mercado. Pero nadie nos obliga, les obliga, a pagar esos precios. Cada uno toma las decisiones que creo mejores.