En las primeras décadas del siglo XX era más barato hacer impresiones o copia fotográficos de montajes para venderlas como postales, que hacer impresiones en una imprenta, y las empresas de postales utilizaban la fotografía como método para sacar copias a la venta.
Por cierto en Zaragoza había varias de estas empresas de fabricación de postales y muy buenas, que daban servicio a media España. Postales Sicilia, Postales Arribas, etc. como ejemplos rápidos.
Sobra papel fotográfico ya troquelado e impreso en su parte posterior con el diseño de una postal, impresionaban por contacto las postales, que revelaban y fijaban como una fotografía. Se utilizaban negativos bien en cristal o en film, de tamaño 9x13 ó 10x15 y con unas prensas pequeñitas se impresionaba a la luz el conjunto de negativo y positivo, sin ampliadora ni óptica, por contacto.
En aquellas décadas hacer impresiones a color era o carísimo para tiradas cortas como las postales, o bien eran de mala calidad. Si se utilizaba el offset para imprimir unas postales pequeñas se necesitaban muchas postales en una plancha para que resultara algo rentable. Y si se utilizaba tipografía la calidad era mucho más baja que por métodos fotográficos.
La postal fotográfica era en blanco y negro, siempre, pero como se utilizaba un papel ligeramente virado daba una dulzura que no se conseguía con un impreso en cartulina. Y en los últimos años de su uso, antes de empezar a imprimir sus edificios, algunas de aquellas postales en blanco y negro se coloreaban a mano por especialistas. Un trabajo rápido que daba color a cielos, manchas verdes de árboles y parques, edificios, etc.
El ejemplo de postal amorosa que vemos arriba es del año 1935.