Opté por el magenta, y la naturaleza en este caso me lo puso fácil. El magenta siempre había sido un color poco utilizado por todos menos por mi. Había sido… o el segundo o el tercer color en el orden de la impresión. Cían, amarillo y magenta o Cían, magenta y amarillo. Siempre al final el negro para terminar la cuatricromía de color en color, algo que hoy suena a prehistórico.
Yo empecé imprimiendo a un solo color en cuatricromía, tanto en tipografía —que eso sin duda era prehistórico del todo— como en litografía mucho más moderno.
Cuando lo recuerdo ahora siento la pérdida de todas aquellas máquinas de impresión manual, de entintado manual con rodillo que había que ir girando a una velocidad determinada para darle la última pasada de forma suave para que arrastrara los sobrantes.
Hoy con aquellas máquina ya perdidas, haría auténticas obras de arte impreso en papel especial. Unas cosas han avanzado mucho y otras se han ido quedando en el camino del arte.
La digitalización del color, lo que por los años 90 llamábamos "La Democratización del Color" se ha ido tragando modelos creativos que hoy sorprenderían.