El madrileño Luis Feito nos dejó en el año 1964 esta obra titulada "437" en una de sus primeros trabajo de pintura matérica en el que utiliza el rojo como color de contraste, pues hasta 1962 siempre había utilizado el blanco, el negro y tonos marrones claros, ocres, tierras, sienas, etc.
Él utilizaba pintura al óleo que mezclaba con arenas hasta formar unas masas de materiel casi como cemento de color, con el que construía sus obras, sus formas dentro de los lienzos, logrando una mazcla de escultura plana y pintura en relieve.
La pintura matérica es una técnica de pintura abstracta que se realiza con materiales diversos que acompañan al color y la formas, incluyendo en el cuadro arenas, piedras o tierras para dar texturas, arpillera a trozos, chatarra o elementos habituales, harapos de tela de color, maderas a trozos, serrín como texturas o yeso añadido al lienzo.
Además de estos materiales no tradicionales, los artistas terminan trabajando sobre la obra ya pintada, a veces destruyéndola en parte con cortes al lienzo, perforaciones o desgarrones, para crear otras formas.
El colorido es variado pero siempre potente y la composición final tiende a diferenciarse entre zonas de la obra con materia y zonas vacías o blancas.