Es tiempo de moras, de las de comer, las de setos y arbustos que pinchan, de esas que están en su punto a principios de septiembre y se nos han adelantado por los calores. Pero no todas por igual, hay algunas que ya están y otras esperan unas semanas para poder repartirse entre las bocas de los vecinos.
Zarzamoras de las de tener cuidado, pues a poco que metas la mano sien tiento, en vez de mora te llevas un alegre pinchazo. Alegre porque te hace bailar el brazo de la sensación y eso es todavía peor.