Escapaban, seguro, pero nadie nos preguntábamos de qué, nadia éramos capaces de atrevernos a sospechar los motivos, no fuéramos a adivinarlos.
Lo importante es que se iban en paz, de forma armoniosa, sin armar ruido ni violencia, sin follones ni alteraciones. Escapar de forma pacífica es lo que todos los que gobernamos más deseamos conseguir.
En esos momento sospeché que yo también debía irme, que no debía escapar sino salir elegante para desplazarme a otros espacio. Los que mandamos nunca huíamos, simplemente cambiamos de lugar.
Lo peor de escapar es que te veas huir, por eso nunca debes dar la sensación de que escapas, sino de que simplemente te vas a mejorar otros espacios diferentes.