Nunca hay que cerrar los puños ni las ideas, nunca hay que cerrar la cabeza por la ira o el desasosiego de no creerte capaz de encontrar la salida o los nuevos caminos.
Si tienes dudas, como yo, como todos, relájate, destensa la mano y las ideas, y date un tiempo. Las soluciones pueden venir solas, pero lo que nunca sucede es que si son buenas, vengan cuano estás en tensión violenta.