Es muy complicado conocer bien los momentos de otras épocas si no se han vivido —y sabemos que la memoria es muy selectiva— o no podemos tener a manos imágenes que nos recuerden tiempos pasados. La fotógrafa estadounidense Susan Meiselas, premio PHotoEspaña 2022 y que nos ha visitado en España, creó una colección en los años 1972 a 1975 que tituló Carnival Strippers para la Agencia Magnum, de la que vemos un ejemplo arriba.
Eran años de apertura en el sexo, algo hoy totalmente imposible de asumir, de entender, de incuso observa de forma tan abierta. Por las pequeñas ciudades y pueblos iban a la ferias carromatos con mujeres jóvenes a realizar pequeños desnudos en ejercicios que se hacían normalmente en Salones o Cabaret. Era una manera de abrir a más opciones el Strippers en las fiestas locales.
Retrató en blanco y negro a las mujeres que se desnudaban y a los hombres que las miraban en funciones baratas y sin calidad, que iban de pueblo en pueblo para desfogar y deleitar a los hombres que trabajaban en el campo preferentemente.
A la vez que las fotografiaba las entrevistaba, entablaba confianza para que ellas también se desfogaran de sus situaciones, en un clima socialmente duro y complejo, pues ellas también venían de pequeñas localidades sin grandes futuros.
Tras pasar por varias guerras de corresponsal hizo trabajos sociales y volvió a fotografiar el sexo alquilado y mostrado a los hombres, esta vez en locales de alto nivel, para poder comparar las diferencias.
En una entrevista que hace para El País, Susan Meiselas, que ha estado en mil batallas, reflexiona sobre el papel de su profesión: “Hoy es muy difícil ser un humano con conciencia. Estamos viendo tanto y podemos hacer tan poco… es una contradicción moral lo que sucede por ejemplo en Ucrania. Qué significa ver en el móvil a cada minuto las vidas de otras personas y no poder intervenir eficazmente por ellos. Da la sensación de que cuanto más sabemos, más complicado es hacer algo. Las fotos sirven de prueba cuando se cometen crímenes de guerra. Siempre he trabajado después de que sucediesen los conflictos, si documentaba una masacre era después de que hubiese pasado. Lo de hoy en Ucrania es extraño, que se estén recopilando pruebas ahora, al momento de pasar”.