La noche requiere ciertas dosis de soledad, de silencio, de contemplación de lo negro en donde se esconde todo.
En la noche, si te levantas a realizar una fotografía, el vacío que dejas no se ocupa pues no hay muchas personas a esas horas.
Vemos ese vacío, pero es falso, faltaba yo que lo estaba mirando a una cierta distancia de todo tipo, también mental.
Enseguida se volvió a ocupar, pero eso ya no lo he podido fotografiar.
Y tampoco merece la ocasión.
A veces, muchas, el vacío dice más que la presencia.