La religión católica ha utilizado casi excesivamente el dolor, la sangre, casi la tortura en muchas de sus imágenes, para mostrarnos las diferencias tremendas entre el cielo y el Infierno, a través de los padecimientos de Cristo, alentando a "portarnos bien" para no sufrir como sufrió Jesús.
Este retablo está en la iglesia de San Martín en Daroca (Zaragoza) y muestra a sangre de Cristo llenando el Cáliz, como en un ejemplo de alimentación espiritual al que todos podemos acogernos si somos capaces de creer.
La obra es del pintor gótico zaragozano Martín Bernat pintada entre los años 1470 y 1475 siendo una de las primeras obras que se le conocen.