Las flores son tan hermosas que nos dejan jugar con ellas, pero sin apretarlas pues se deshacen de tocarlas con las manos.
Se prestan muy bien a ser contempladas con la luz del día, a dejarse fotografiar, a jugar digitalmente con ellas.
Todos deseamos tener una flor al día, observarla, olerla si es posible, contemplar como va pasando el tiempo y como van surgiendo nuevas clases de flores según avanzan los meses.
Es la vida más sencilla de entender y contemplar.