Era el año 1933 cuando el fotógrafo francés Henri Cartier-Bresson viajaba por España con 25 años, fotografiando aquella España pobre, curiosa, rural o casi, y entre sus trabajos que han ido quedando está esta fotografía de una niña en Valencia.
Con una cámara Leica mezclaba su trabajo de periodista y sus influencias artísticas antes de cofundar junto a los grandes de la fotografía periodística de aquellos años la Agencia Magnum.
Henri Cartier-Bresson era un cazador de instantáneas, de personas, de calles, de escenas, de instantes de vida. Un cazador de imágenes que el fotografiado no intuía.
Cazaba la vida, y eso es la imagen que vemos arriba, simplemente vida atrapada por un fotógrafo en 1933.