Refleja claramente lo que era la pintura fotográfica de entonces, ese deseo de mostrar aspectos fotográficos de paisajes, para defenderse del avance de la fotografía y demostrar que la pintura era muy superior.
De la Escuela Valenciana pintó sobre todo paisajes y vidas del mundo rural, mostrando esa parte de la vida que era menos conocida en las grandes ciudades a los espectadores que no siempre podían viajar con la facilidad actual.
Realista en una pintura pre impresionista, juega con el color y las iluminaciones de los paisajes, casi como si de un escenario se tratara.