Si te miran de reojo por encima del hombro… no sé… desconfía… al menos de entrada.
Es bueno mirar a la altura de los ojos, dar la cara, mirar a quien nos habla o nos atiende, ir de frente y no bajar la cabeza.
Tampoco subirla.
La miraba es la mejor manera de hablar, y engaña menos veces que la palabra.