Salía desde las noticias y todo le parecía poco. quería estar más y más informado, al instante, de todo, sin que nada se le escapara.
No era protagonista de nada, era un mero espectador que salía al aire para ver qué se respiraba, pero enseguida se volvería al interior del viejo periódico.
Todo estaba viejo, todo parecía acabado ya, no supo frenarse en sus ansias de saber más sobre lo qué hacían los demás.
Y así nunca hizo nada por sí mismo.