Entrevistaba en El País al artista Luis Gordillo y comenzaban con estas dos preguntas.:
P. ¿A cuántos metros hay que mirar sus cuadros?
R. A distancia, seis metros. Yo me alejo de ellos para pintarlos.
P. ¿Así que se pinta con el ojo, no con la mano?
R. Efectivamente. Sirve para acertar con el color. Yo soy muy anticuado en eso. Puedo tardar mucho tiempo en fabricar un tono. Yo en los setenta partía de dibujos, hoy eso no tiene nada que ver con lo que hago ahora. Antes de empezar un cuadro tengo montones de imágenes en mi cabeza. O alrededor: fotografías, recortes de prensa. Todo ese material se convierte en un collage y de ahí proyecto algo.
Ambos temas me parecen interesantes, diferentes, pero que llegan al núcleo del Arte. La "distancia" y el "color". ¿Cómo crear un color en la distancia, para ver en la distancia, rodeado de otros colores que le influyen? Ningún color es como se crea, sino como lo vemos, influido por el resto, por la luz, por los contrastes, por sus formas. Es poco diferencia, pero se agranda cuando nos alejamos, cuando tomamos conciencia del espacio entre nosotros y esa mancha de color.
Arriba podemos ver un grabado de Luis Gordillo titulado "Alucinado".