Cuando una rosa acompaña a un muerto, al final se contagia del estado.
Una rosa ya está muerta antes de servir de acompañamiento.
Acompañamos a los muertos de flores muertas.
Las flores muertas también pierden el color de la vida.
Pero siempre nos queda el plástico para demostrarnos que somos muy frágiles.
Una simple red de plástico dura mucho más que nosotros.