Lo que está a la vista sufre el deterioro del tiempo, y aunque se le ponga una capa de nueva pintura para disimular, lo único que se logra es tapar todavía más lo primitivo, lo de antes.
Decían que la hierba sigue creciendo debajo de los adoquines. Y eso es posible, no lo sabemos, pues enseguida los cubrieron con asfalto para que no nos acercáramos a mirar.