23.3.22

Un banco (de sentarse) que huye de los humanos


Hay ocasiones en que incluso los elementos más abiertos se quieren esconder de nosotros los humanos. Esta banco de madera se montó en una zona limpia, accesible, con espacio para poner las piernas sin que te rasquen los pinchos. Pero han pasado dos cosas. 

Posiblemente el banco se asusto de tanto humano mal educado, y se desplazó él solo buscando un lugar en donde esconderse. Y a su vez, el poco cuidado de algún ayuntamiento torpe, hizo que los cañizos y las hierbas naturales, salieran en ayuda del banco.