Los odios son tremendamente negativos; cuando hemos perdido el respeto a los demás, a la vida, a los niños, somos además de peores que los animales racionales, unos enfermos terroríficos que no sabemos hasta dónde pueden llegar. Ninguna guerra es normal, pero el sadismo de los dirigentes que son capaces de atacar a los civiles en sus ciudades, en sus casas, se convierten en salvajes animales con traje que no merecen seguir gobernando ninguna parcela de poder. Pero no nos equivoquemos, nunca los salvajes viven solos, siempre se unen en manadas pues en realidad, solos, son unos cobardes.
2.3.22
Los salvajes que creen ser humanos, viven en manadas
Los odios son tremendamente negativos; cuando hemos perdido el respeto a los demás, a la vida, a los niños, somos además de peores que los animales racionales, unos enfermos terroríficos que no sabemos hasta dónde pueden llegar. Ninguna guerra es normal, pero el sadismo de los dirigentes que son capaces de atacar a los civiles en sus ciudades, en sus casas, se convierten en salvajes animales con traje que no merecen seguir gobernando ninguna parcela de poder. Pero no nos equivoquemos, nunca los salvajes viven solos, siempre se unen en manadas pues en realidad, solos, son unos cobardes.