Esta imagen de una flor de invierno está sacada con la cámara de un iPhone 13 Pro, lo que nos lleva a las clásicas dudas de hasta qué punto las nuevas cámaras que incorporan los teléfonos pueden estar acabando con las costosas réflex de alto precio y sobre todo de gran peso. No es lo mismo, y lo intentaré aclarar, pero según para qué uso, cuidado, pues funcionan muy bien.
No es una cámara de iPhone que sea mía, por lo que tampoco puedo asegurar que no se logren sacar mejores fotografías. Es posible que al poder disparar en RAW y al poderlo hacer con App ajenas a la propia cámara del iPhone, todavía se logren mejores resultados.
Pero de entrada el gran angular y su capacidad automática de hacer macro simplemente al acercarse a un objeto cercano, facilitan tremendamente los disparos de calidad para quien no sea fotógrafo profesional.
Es cierto que a tamaño real el procesado que efectúa la cámara a la imagen parece excesivo. Gana mucho detalle a costa de restarle volumen a la imagen.
Este tema es posible que se resuelva con los diferentes modos y formas de disparo. Pero el detalle en fino está a la altura de cámaras compactas de alta calidad o de cámaras y objetivos de calidad media en formato réflex.
Y la ventaja, además de sus particulares modos nocturnos o de retrato con desenfoques de los fondos, está en el tamaño. Un teléfono siempre lo llevamos encima, no pesa y para algunos tipos de fotografías resultan muy fáciles de disparar sin que nadie se percate del disparo.
Si la calidad es más que suficiente para publicar en web o en formatos A4 máximo, a poco que entiendas de fotografía por tu experiencia u oficio, le puedes sacar un partido muy interesante que no será sencillo de distinguir por los profanos de cámaras fotográficas de siempre.
El gran reto es lograr objetivos tan diminutos que trabajen mejor en distancias focales habituales como los 35 mm o los 50 mm. Es cierto que para el gran consumo encaja muy bien los teleobjetivos, pues venden más que un excelente 50 mm fijo.
Con sus 12 megas por canal y pudiendo disparar en RAW ya hay mas que suficiente y no es necesario más, el reto está en los procesados naturales de las imágenes y en las ópticas de gran calidad pero de focal habitual. Creo.
Nota.: Esta imagen es de 200 k, reducida de tamaño y en jpeg comprimido. Abajo la podemos ver al tamaño real del disparo, sin manipulaciones excepto un punto de añadir ruido para que dé una sensación algo más fotográfica y menos pastosa, pero no se ha aumentado el detalle, ni se ha tocado de luz y sombras o de color. El disparo en automático lo hizo con una apertura de 1,8 por lo que de poder forzar mejor esa apertura se lograría más detalle fotográfico. O eso creo, pues no sé si es posible hacerlo. A 72 p.p.p. que es como se muestra esta sección de la imagen, estamos hablando de un tamaño final de 106 cm de ancho por 142 cm de alto.