Todos nosotros nos liamos a veces, formamos nudos con nuestras vidas, con los caminos que emprendemos. Se nos emborronan las salidas, nos liamos y se embarulla todo. No quuero hablar del barullo más habitual, el de los cables de los pinganillos, el de los auriculares que nadie todavía ha logrado desentrañar. ¿Por qué tienden a enrollarse los cables, incluso aunque los pongas bien guardados y no los mueven? ¿Acaso los cables tienen vida propia? Nunca lo sabremos. O tardaremos mucho, pues son otro agujero negro pero mucho más familiar.
21.2.22
Nudos urbanos de colores. Los cables tienen vida propia
Todos nosotros nos liamos a veces, formamos nudos con nuestras vidas, con los caminos que emprendemos. Se nos emborronan las salidas, nos liamos y se embarulla todo. No quuero hablar del barullo más habitual, el de los cables de los pinganillos, el de los auriculares que nadie todavía ha logrado desentrañar. ¿Por qué tienden a enrollarse los cables, incluso aunque los pongas bien guardados y no los mueven? ¿Acaso los cables tienen vida propia? Nunca lo sabremos. O tardaremos mucho, pues son otro agujero negro pero mucho más familiar.