Hablaba hoy en Madrid con un reconocido artista aragonés, de la sangría que en el mundo del Arte ha intensificado la pandemia del COVID y las a veces equivocadas decisiones sobre los intentos de controlarla, que han afectado brutalmente el mundo de la Cultura y el Art, y a todo el tejido creativo en general, por volver casi imposible la supervivencia vital de los trabajadores que vivían alrededor del mundo de la Cultura y el Arte Creativo, cuando no existe una supervivencia económica básica.
Es cierto que ha sucedido también en otros sectores como la hostelería o el turismo, pero tal vez algunos han sabido gritar sus desdichas mejor que el mundo de la creación.
Tal vez el mundo del Arte y de la Cultura se han encogido en sus quejas y será complicado volver a sus espacios anteriores…, quien sobreviva.
Sin Cultura y sin Arte es muy complicado a cualquier sociedad el poder vivir en libertad, en paz, en sosiego y prosperidad. Y aunque esto no lo entiendan la mayoría de la sociedad, las facturas de los rotos producidos pueden ser tremendas y a medio y largo plazo llenas de descosidos.
Cuando se pierde el compás en los pasos, es muy complicado volver a la normalidad necesaria si no eres capaz de parar todo, y empezar de nuevo.
En el Arte las paradas suelen traer cambios importantes, reformas de modos y de tendencias. Tal vez esa sea la gran incógnita y la posibilidad de mejorar las opciones creativas, incluidas las de no estar metidos en mercados oscuros y a veces muy manipulados por personas ajenas a la Creación Cultural y Artística.