30.1.22
Todo esto es casi gratis aunque sea muy bello
Soñé con esconderme en un patio con naranjos, tal vez pensando en Lorca. La primera vez que pude oler en profundidad azahar natural fue en una Sevilla primaveral que me invitaba a recorrerla con calma.
Cuando descubrí que también hay naranjos en los patios catalanes entendí que la belleza no queda encerrada entre fronteras y eso me alegró.
Era posible vivir en Cataluña, con patios casi andaluces, con fuentes de agua gótica que recordaba a los árabes, y rodeado de naranjos entre piedras.
Conseguir la tranquilidad es fácil si unes un olor penetrante pero suave y algo dulce de una flor, el sonido del agua cayendo sobre la piedra, la sombra de unos árboles frondosos que cubren una buen espacio para sentarse mientras miras al cielo, y la mano de una persona que te entiende y te susurra pequeñas frases de vida en común.
Olor, agua, piedras, sombra, naturaleza, cielos azules y una mano suave.
Todo esto es casi gratis.