La genialidad de Salvador Dalí le llevaba a imaginarse mundos paralelos y a convencernos de que podrían ser posibles a poco que pusiéramos de nuestra parte algo más que simplemente observarlos.
Y en esas motivaciones surrealistas entraba, como era lógico, la religión y sus particulares maneras de verla e intentar entenderla.
Esta "Virgen de Guadalupe" Patrona de México, es un obra del año 1958.