Este relieve de la Dinastía XI de Egipto, de más de 4.000 años de antigüedad nos muestra al faraón delante con su hija detrás llevando varios símbolos de la realeza. Una maza, una cola de toro, una barba postiza y su corona blanca del Alto Egipto. Los textos nos advierten de que es: "El Dios Perfecto, el Señor de las Dos Tierras".
Su hija "de carne" lleva un traje sencillo con peluca corta y vestido ajustado con algunas joyas, collar y pulseras. Los detalles en los relieves eran a veces muy bien realizados como en ewte caso que podemos ver la musculatura de las rodillas o la pupila de los ojos.