En el Museo Dolores Olmedo de la ciudad de México D.F. podemos contemplar y sufrir esta obra de Frida Kahlo titulada "Unos cuantos piquetitos" donde podemos ver en todo su drama un asesinato de una mujer posiblemente por su propia pareja sentimental.
Es un cuadro enmarcado, para representar el drama y la sangre salpicada sobre el marco. La mujer ha quedado convertida en un pelele doblado y destrozada a cuchilladas. Y el hombre permanece impasible, como si todo fuera de lo más normal.
Frida Kahlo leyó en un periódico mexicano la siguiente noticia: Un hombre mató a su mujer y en los tribunales se defendió diciendo que sólo le había dado «unos cuantos piquetitos». Según la policía, fueron veinte puñaladas. Y con esa noticia Frida Kahlo construyó esta mirada suya, dolorosa y triste.
Frida Kahlo leyó en un periódico mexicano la siguiente noticia: Un hombre mató a su mujer y en los tribunales se defendió diciendo que sólo le había dado «unos cuantos piquetitos». Según la policía, fueron veinte puñaladas. Y con esa noticia Frida Kahlo construyó esta mirada suya, dolorosa y triste.
Frida Kahlo no quiso mostrar solo la imagen de un asesinato, quiso que nosotros como espectadores supiéramos que ese asesinato se había producido allí mismo, delante de nuestras miradas, y por eso lleno de sangre el marco ficticio de la obra.
No era un cuadro, era un espejo.
La mujer asesinada estaba delante de nosotros y sus restos nos envolvían. Y la cara de cínico del asesino también estaba allí, delante del espejo, mirando a la mujer pero con la sensación de que en cualquier momento nos puede mirar a nosotros.
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At the Dolores Olmedo Museum in Mexico City D.F. we can contemplate and suffer this work by Frida Kahlo entitled "A few piquetitos" where we can see in all her drama a murder of a woman possibly by her own sentimental partner. It is a framed painting, to represent the drama and the blood splattered on the frame. The woman has been turned into a dummy bent and smashed to pieces. And the man remains impassive, as if everything were the most normal.
Frida Kahlo read the following news in a Mexican newspaper: A man killed her wife and in court she defended herself saying that he had only given her "a few little peaks." According to the police, there were twenty stab wounds. And with that news, Frida Kahlo built this painful and sad look of hers.
Frida Kahlo did not want to show only the image of a murder, she wanted us as spectators to know that this murder had taken place right there, in front of our eyes, and that is why the fictional frame of the work filled with blood. It was not a painting, it was a mirror. The murdered woman was in front of us and her remains enveloped us. And the murderer's cynical face was also there, in front of the mirror, looking at the woman but with the feeling that at any moment she could look at us.