Muchas veces lo más elemental no puede llamar la atención si lo separamos de su ambiente.
Esta es una simple piedra de pared, un lasca en un muro que curiosamente conserva los líquenes y el resto de sus vecinas no.
Lo habitual es que nadie para un segundo para contemplar esto, es casi imposible que ni sus propios dueños se hayan percatado de estos colores, estos contrastes.
Incluso al ser habitual las formas redondeadas de los líquenes, no se fijen nunca en ellos.
¿Pero si estas formas las ve un señor de Zaire, una chica de Australia, un joven de Irlanda o de Chile?
¿Hay estas formaciones de líquenes en las islas Galápagos y ya las estudio Darwin?
Dicen que hay unas 14.000 clases diferentes de líquenes. Todos pues diferentes.
Curiosidades del mundo natural. Este que vemos es de Aragón, de Huesca.