—Una cabra.
—¿Y es una cabra? ¿No es un logotipo?
—No. Es una cabra, pues el que la puso allí siempre pensó que era una cabra, que la ponía para que la viéramos cabra. ¿Cómo se sentiría la cabra si tras muchos años siendo cabra, dudáramos de ella? Una cabra de cemento, pero una cabra. No todas las cabras son iguales.